¿Cuáles son los tipos de fobias más comunes? ¡Acrofobia, claustrofobia y más!

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Jennifer Sherman

Consideraciones generales sobre los diferentes tipos de fobias

Sentir miedo es una reacción natural de todos los seres humanos, pero algunos lo sienten de forma exagerada e irracional, lo que provoca consecuencias físicas y emocionales, por lo que esta condición se denomina fobia, un tipo de trastorno de ansiedad que hace que la persona crea que una situación u objeto traerá algún peligro.

Dependiendo del grado y del tipo de fobia, conlleva muchas limitaciones en la vida de la persona, afectando a las relaciones profesionales, sociales y familiares. Además, el individuo comienza a evitar ciertas actividades y ocasiones que desencadenan crisis de ansiedad y pánico.

Hay varias fobias específicas y, cuando las identifica un profesional, es posible tratarlas con psicoterapia y medicación. Sin embargo, es muy importante que la fobia se diagnostique lo antes posible, para que la persona pueda volver a sentirse bien y tener calidad de vida. Lea nuestro artículo completo para saber más.

Entender más sobre la fobia

El miedo, cuando es desproporcionado ante un determinado acontecimiento que no ofrece riesgos, se denomina fobia, un trastorno emocional que puede alterar la vida cotidiana de una persona. A continuación, entienda más sobre la fobia, cómo surge este problema y la diferencia entre miedo y fobia. ¡Siga leyendo para saber más!

¿Qué es una fobia?

La fobia es el miedo a algo o a una situación que no es real, pero que el fóbico cree que puede afectarle de alguna manera, por lo que se considera un trastorno de ansiedad, ya que el problema tiende a afectar al comportamiento, provocando un aumento de los latidos del corazón, sudoración, tensión muscular y pánico.

Las personas fóbicas, cuando se exponen a algo que temen, suelen tener crisis o evitar en lo posible volver a vivir ese momento, por lo que la fobia, cuando no se trata, suele afectar a la autoestima, las relaciones, la carrera y la rutina del individuo.

¿Cómo surgen las fobias?

A menudo, las fobias se desencadenan por acontecimientos traumáticos, principalmente durante la infancia y la adolescencia, como el miedo a los animales, a las alturas y a los lugares cerrados. Sin embargo, algunas son más complejas y afectan a la interacción con otras personas debido a la baja autoestima o al miedo a ser juzgado.

Además, las fobias pueden desarrollarse como resultado de acontecimientos relacionados con situaciones u objetos y de un funcionamiento cerebral y ambiental alterado. Las personas diagnosticadas con depresión y síndrome de pánico son más propensas a tener diferentes tipos de fobia.

¿Cuál es la diferencia entre fobia y miedo?

El miedo es un instinto natural de todo ser humano cuando se encuentra en una situación de peligro y en busca de la supervivencia, mientras que la fobia es un trastorno emocional y hace que la persona reaccione de forma exagerada, incluso sabiendo que no puede verse afectada.

Los tres tipos principales de fobias

Existen muchos tipos de fobias catalogadas, y entre ellas, las principales son: las fobias específicas, la fobia social y la agorafobia. En este tema, conocerás a fondo cómo funciona cada una de ellas y cómo puede impactar en la vida de una persona fóbica ¡Lee a continuación!

Específicos

Las fobias específicas son aquellas en las que el individuo siente un miedo irracional a un objeto o situación concreta. Las personas que padecen una fobia específica son conscientes de que no están en peligro, pero el mero hecho de imaginar la situación les hace sentir un miedo intenso, provocando graves crisis de ansiedad.

Fobia social

La fobia social, o trastorno de ansiedad social, es el miedo a no ser aceptado por otras personas, a recibir críticas por su actuación o a ser humillado. A la persona que sufre este problema le resulta muy difícil hablar en público o simplemente formar parte de un círculo social sin pensar que está siendo juzgada en todo momento.

Las causas de esta condición incapacitante pueden estar asociadas a situaciones vividas en la infancia o la adolescencia, como el acoso escolar, las agresiones físicas o una crianza tóxica, es decir, la persona crece en un entorno hostil y con muchas exigencias, por lo que empieza a tener complejo de inferioridad y baja autoestima.

Agorafobia

El término agorafobia se utiliza para definir a una persona con un miedo excesivo a acudir a lugares abiertos o cerrados, como conciertos o transportes públicos. Estas situaciones y otras similares provocan un alto nivel de estrés y ansiedad, ya que la persona fóbica no encuentra una salida y se siente constantemente en peligro.

Por lo tanto, este problema afecta directamente a la vida y a la rutina de la persona, haciéndola dependiente de los demás para realizar sus actividades, es decir, la persona agorafóbica necesita estar siempre acompañada para salir de casa y sentirse segura en un entorno.

Las fobias más comunes

Algunas fobias específicas pueden resultar extrañas para quienes no las padecen, pero ir al médico, entrar en un ascensor o cruzar un puente pueden suponer un auténtico terror para muchas personas. A continuación, conozca las fobias más comunes: acrofobia, amaxofobia, tripofobia y mucho más.

Acrofobia

La acrofobia representa el miedo a las alturas de forma irracional y desmedida, por lo que la persona evita cruzar puentes, acercarse al balcón de un edificio o subir escaleras, por ejemplo. Cuando el acrofóbico se expone a lugares altos, los síntomas más comunes son: aumento del ritmo cardíaco, sudoración, vértigo y temblores.

Esta fobia puede desarrollarse debido a varios factores: accidentes con caídas, ya sea de la propia persona o de alguien cercano, sobreprotección de los padres durante la infancia o incluso una reacción instintiva para sobrevivir.

Claustrofobia

La claustrofobia se caracteriza por el miedo a los espacios cerrados. El claustrofóbico cree que el lugar se reduce en tamaño, lo que le provoca dificultad para respirar, arritmia cardíaca, sudores fríos y síntomas más graves de pánico, como desmayos y confusión mental.

Los ascensores, los transportes públicos abarrotados o las habitaciones pequeñas y estrechas son algunos de los lugares que provocan malestar en quienes padecen esta fobia. La causa de la claustrofobia suele estar relacionada con traumas de la infancia, si el niño ha estado atrapado en un lugar cerrado durante mucho tiempo, por ejemplo.

Zoofobia

Los animales, ya sean grandes o no, causan un gran temor a los zoofóbicos, ya que este trastorno psicológico simboliza el miedo irracional a que incluso los animalitos más inofensivos puedan hacer daño o suponer un riesgo para la vida.

Sin embargo, tener miedo a ciertos tipos de animales, como las serpientes, los escorpiones y las arañas, es comprensible, ya que pueden ser letales para el ser humano. Por lo tanto, este trastorno psicológico debe analizarse caso por caso e investigar si ha habido algún trauma que justifique el miedo a todo tipo de animales.

Hemofobia

Se denomina hemofóbico o hematofóbico a las personas que sienten miedo a ver o tener contacto con la sangre. El hemofóbico suele presentar síntomas como náuseas, escalofríos, mareos, desmayos y dificultad para respirar. La patología puede estar causada por varios factores: desde accidentes domésticos hasta una simple vacunación.

Dependiendo del grado de este trastorno, el individuo tiende a desarrollar otras fobias relacionadas con jeringuillas, cuchillos o cualquier otro objeto punzante. El problema, cuando no se trata, afecta directamente a la calidad de vida, por lo que tiende a convertirse en un factor limitante, haciendo que la persona evite hacer exámenes o cualquier otro procedimiento médico.

Nosocomatofobia

Ir al hospital provoca miedo en cualquier persona, pero cuando se convierte en un miedo irracional e incapacitante, se denomina nosocomofobia. Cuando es necesario buscar ayuda médica o visitar a un paciente, la persona que sufre esta fobia suele tener crisis de ansiedad y pánico.

Este trastorno psicológico también suele ir acompañado de otras fobias asociadas al entorno hospitalario, como el miedo a ver sangre, a las agujas, a los médicos, a los gérmenes y a la muerte.

Existen numerosas razones por las que una persona desarrolla esta fobia. Por ejemplo, el miedo a recibir un mal diagnóstico o la pérdida de control sobre uno mismo ante los médicos. Además, el individuo cree que contraerá otra enfermedad o incluso que no saldrá vivo.

Cronofobia

El paso del tiempo, para algunas personas, genera pavor por la incertidumbre y el miedo a lo desconocido. Esta condición se denomina cronofobia, un trastorno de ansiedad que provoca reacciones físicas y emocionales, como palpitaciones, dolor de cabeza, dificultad para respirar, sudoración excesiva y pensamientos de muerte.

El miedo al paso del tiempo puede tener o no una causa específica. Sin embargo, esta patología puede estar asociada al miedo a que se repitan las malas situaciones o a que el paso del tiempo traiga daños al cuerpo y a la mente. Los factores genéticos también contribuyen a la aparición de la enfermedad, si la persona tiene alguna disfunción hormonal y cerebral.

Aracnofobia

El miedo a las arañas es una de las fobias específicas más comunes, ya sean grandes o pequeñas, venenosas o no. El aracnofóbico generalmente ve al arácnido como mucho más grande de lo que realmente es, lo que provoca un aumento de los latidos del corazón, sudoración excesiva, escalofríos, náuseas, descontrol emocional, entre otros síntomas de ansiedad.

El desarrollo de este trastorno puede producirse en la infancia, cuando el niño ha sido mordido o se le ha enseñado que las arañas causan enfermedades e infecciones. Sin embargo, la aracnofobia puede desencadenarse inconscientemente por informes de otras personas o por una reacción instintiva.

Amaxofobia

La amaxofobia es un trastorno de ansiedad que consiste en un miedo exagerado a conducir. Dependiendo del grado de la fobia, basta con subirse a un coche como pasajero para que se produzcan ataques de pánico y ansiedad. Este trastorno puede considerarse una fobia social, ya que cambia por completo la rutina de la persona.

Las causas del problema pueden manifestarse de diversas maneras, como la pérdida de un familiar en un accidente de tráfico y los traumas transmitidos de padres a hijos. Las personas con ansiedad severa también pueden desarrollar amaxofobia debido a la responsabilidad de conducir, es decir, temen por la vida de su vecino y, por tanto, se sienten presionadas.

Aerofobia

Viajar en avión o helicóptero suele generar ansiedad, pero no es un factor limitante. Las personas con aerofobia, también conocida como aviofobia, sienten un miedo intenso e irracional a volar. Además, este trastorno de ansiedad está asociado a otras fobias, como el miedo a los espacios cerrados y a las alturas.

La aerofobia puede surgir debido a las situaciones negativas vividas durante el vuelo, a las noticias sobre catástrofes aéreas o a la incertidumbre de si el avión es un transporte seguro, por lo que este trastorno, cuando no se trata, tiende a restringir la vida de la persona, provocando la pérdida de oportunidades profesionales o de momentos de ocio con la familia.

Tripofobia

La tripofobia se caracteriza por una aversión a las imágenes y objetos con agujeros, o a las figuras geométricas irregulares. Sin embargo, el problema no se considera un trastorno de ansiedad. La persona suele sentir repulsión al ver un panal, una colmena, frutas como las granadas, poros agrupados en la piel, etc.

El tripófobo, ante estas imágenes, suele sentir picor, aversión, hormigueo y asco al tocarlas. En algunos casos, los síntomas pueden intensificarse, aumentando los latidos del corazón y provocando náuseas y ataques de pánico.

Tratamiento de los diferentes tipos de fobias

¿Sabías que la fobia puede curarse? Es posible lidiar con este trastorno y tener calidad de vida. Sin embargo, el tratamiento varía de una persona a otra y, por lo tanto, diagnosticar el problema lo antes posible evita que el caso se agrave y traiga mayores complicaciones con el tiempo. A continuación, ¡conoce los métodos para tratar los diferentes tipos de fobias!

Diagnóstico de fobia

Para diagnosticar la fobia, el paciente se somete a una entrevista exhaustiva en la que se analiza su perfil psiquiátrico, social y clínico. Además, el médico puede utilizar el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales para identificar con precisión e iniciar el tratamiento correcto.

El tratamiento de la fobia

Inicialmente, la psicoterapia es la mejor manera de tratar la fobia. La terapia de exposición y la terapia cognitivo-conductual suelen ser los frentes más eficaces para afrontar el miedo y controlar la ansiedad. También se puede utilizar medicación para ayudar a reducir los síntomas causados por la fobia.

En circunstancias en las que el paciente no responde a las prácticas iniciales y no puede controlar sus emociones, además de presentar algún riesgo para su propia vida, es necesaria la hospitalización.

Terapia cognitivo-conductual

La terapia cognitivo-conductual es un enfoque muy utilizado para encontrar patrones de pensamientos, emociones y comportamientos disfuncionales que perjudican al paciente. Mediante algunas técnicas, el terapeuta identifica los puntos a trabajar y presenta otros puntos de vista sobre la misma situación.

Con entrenamiento y paciencia, los resultados son satisfactorios, haciendo que los pensamientos automáticos y las creencias limitantes se modifiquen y la persona aprenda a lidiar con sus propios problemas.

Los medicamentos

Durante el tratamiento de la fobia, se pueden recetar medicamentos para inhibir los síntomas de ansiedad y prevenir los ataques de pánico. Los fármacos más indicados son los betabloqueantes y los ansiolíticos, medicamentos que ayudan a disminuir la adrenalina y a calmar los ánimos. Sin embargo, la prescripción de estos fármacos sólo se realiza a través de un psiquiatra.

Internamiento voluntario

La hospitalización voluntaria se produce cuando el paciente es consciente de su estado y no puede enfrentarse a la fobia en solitario. Además, entiende que la falta de control está afectando a su vida personal, profesional y social, por lo que estar en un lugar donde hay profesionales formados garantiza la seguridad del individuo y la mayor eficacia del tratamiento.

Si identificas alguno de estos tipos de fobias en ti, no dudes en buscar ayuda profesional.

Las fobias pueden ser limitantes y acarrear muchas dificultades a su portador, desde la baja autoestima y el sentimiento de inferioridad hasta el aislamiento y la incapacidad de realizar sus actividades cotidianas. Además, pueden causar graves daños fisiológicos, como el aumento de los latidos del corazón, la sudoración excesiva y los ataques de pánico.

Por lo tanto, toda fobia debe tomarse en serio, incluso las aparentemente inofensivas, ya que, de lo contrario, tiende a intensificarse y a desencadenar otros trastornos emocionales, como el trastorno de ansiedad generalizada y la depresión.

Así que si tienes o crees que tienes algún tipo de fobia, no te avergüences y pide ayuda. Con el avance de la investigación y la tecnología, hay muchas técnicas terapéuticas eficaces e incluso medicamentos para controlar las emociones, creencias y comportamientos disfuncionales.

Como experta en el campo de los sueños, la espiritualidad y el esoterismo, me dedico a ayudar a otras personas a encontrar el significado de sus sueños. Los sueños son una herramienta poderosa para comprender nuestra mente subconsciente y pueden ofrecer información valiosa sobre nuestra vida diaria. Mi propio viaje al mundo de los sueños y la espiritualidad comenzó hace más de 20 años, y desde entonces he estudiado mucho en estas áreas. Me apasiona compartir mi conocimiento con otros y ayudarlos a conectarse con su ser espiritual.