Orixá Obaluaê: historia, cualidades, hijos, ofrendas y más

  • Compartir Este
Jennifer Sherman

¿Quién es el orixá Obaluaê?

El orixá Obalauê es uno de los siete orixás principales de las religiones afrobrasileñas Umbanda y Candomblé y se le considera la divinidad de la salud y la curación. También se le puede conocer como Xapanã, Omolu, Obaluaiê u Omulu.

En relación con las raíces católicas, existe un sincretismo de Obalauaiê con San Lázaro y de Omulu con San Roque. Esta deidad es considerada la más temida de todas, por tener el control del fuego, de la tierra y de la muerte, ya que puede iniciar una epidemia o detener cualquier malestar que afecte a alguien.

Por lo tanto, es el orixá que todo lo ve, viendo hasta los más mínimos detalles de la vida de las personas, y nada se le puede ocultar, además de mediar entre el mundo espiritual y el físico, siendo la prueba de que todo es superable, siempre que se quiera vivir.

En este artículo, mostraremos los principales aspectos de esta orixá, tan apreciada en las religiones de origen africano ¡Sigue leyendo!

Saber más sobre Obaluaê

Obaluaê es una importante deidad con una interesante historia y características peculiares que lo han convertido en el foco de muchos estudios científicos y en el tema central de tesis doctorales en universidades de renombre. Para saber más sobre su historia, características y poderes, ¡sigue leyendo!

Origen e historia

El orixá Obaluaê tiene una historia de mucho sufrimiento, debido a enfermedades que dejaron horribles cicatrices en su cuerpo a lo largo de su vida. Hermano de Oxumaré, hijo de Nanã y Oxalá, nació con complicaciones propias de la viruela, debido a una discusión que sus padres tuvieron durante el embarazo.

Su aspecto físico al nacer era tan repulsivo que Nanã abandonó a Obaluaê junto al mar para que muriera. Tiempo después, Iemanjá encontró a Obaluaê todo deformado junto al mar, en una situación deplorable de ser comido vivo por los cangrejos, y decidió adoptarlo, enseñándole a curar enfermedades y a tener compasión por los enfermos.

Obaluaê, como resultado de toda esta historia infantil, creció retraído y avergonzado de su cuerpo, marcado por las cicatrices del pasado, lo que se reflejó en su dificultad para socializar. En cuanto a su vestimenta, hay dos historias: una apunta a la confección de su ropa de paja por el propio Obaluaê y la otra dice que Ogum hizo la capucha de paja para estimular la socialización del orixá.

Por eso, la primera historia dice que el propio Obaluaê, cansado de su fisonomía enfermiza, fue al monte e hizo una tela de paja que lo cubrió por completo, dejando sólo sus brazos y piernas parcialmente expuestos.

La otra línea histórica cuenta que, durante una fiesta de las deidades, Ogum notó la ausencia de Obaluaê, que solía asistir, aunque tímidamente, y, al descubrir que el orixá no asistía por su aspecto y vergüenza, lo buscó y lo llevó al monte, donde se hizo una larga capucha de paja, para cubrir su cuerpo y poder asistir a la fiesta sin timidez.

Este mismo aspecto afirma que, durante la fiesta, Obaluaê permaneció quieto, sin bailar, y que Iansã se dirigió a él. Reconociendo todo su sufrimiento y su historia, sopló sobre sus hombros y las cicatrices pasaron a mejor vida, revelando la hermosa figura de un hombre cautivo, sano y radiante como el sol.

Características visuales

Obaluaê tiene un atuendo muy característico, con paja que cubre la mayor parte de su cuerpo, dejando sólo las piernas y los brazos visibles.

Esta prenda tiene dos partes: la superior, que cubre la cabeza como una capucha, toda trenzada y llamada "filà", y la inferior, que cubre la región íntima y prohibida de la entidad, funcionando como una falda, llamada "azé".

En algunos casos, también puede haber presencia de "xokotô", que son pantalones envueltos en un significado de renacimiento y muerte. También puede haber pequeños bolsillos en esta pieza, para llevar las medicinas que utiliza en sus curas.

La ropa de Obaluaê puede estar hecha de telas en tonos rojos, negros y blancos, con la adición de cuentas y conchas de cauri que promueven una magia que disipa las penas de quienes acuden a pedir bendiciones.

Pierre Verger, gran estudioso de las religiones africanas, en su libro Orixás, afirma lo siguiente:

"Las personas consagradas a él llevan dos tipos de collares: el lagidiba, hecho de pequeños discos negros ensartados, o un collar de cuentas marrones con rayas negras [...] Sus yokos bailan completamente cubiertos de paja de la costa. Su cabeza también está cubierta por una capucha de la misma paja, cuyos flecos les cubren la cara.

En conjunto, parecen pequeños montículos de paja, en cuya parte inferior aparecen piernas cubiertas por pantalones de encaje y, a la altura de la cintura, manos que blanden un xaxará, una especie de escoba hecha con las costillas de las hojas de las palmeras, decorada con caracolas, cuentas y pequeñas calabazas que se supone que contienen medicinas".

Obaluaê y la protección de la salud

Pedir salud a los orixá puede considerarse una falta de respeto, ya que los omulu u obaluaê no tienen salud que dar, sólo son capaces de quitar la enfermedad.

Según el babalorixá Sidnei Barreto Nogueira, académico de la Universidad de São Paulo (USP), Obaluaê es la propia enfermedad, la inflamación, la fiebre, el dolor, la peste, la alergia, porque es necesario que la deidad tenga enfermedades, para que pueda tener empatía con quienes buscan librarse de ellas.

De este modo, Obaluaê recorrió el mundo y este bagaje de conocimientos sobre las enfermedades que lo impregnan le aportó una gran empatía, ya que sufrió con la humanidad el núcleo de sus enfermedades. A raíz de esta experiencia, el orixá decidió permanecer siempre más callado frente a los demás, ya que observa lo que ocurre en lugar de participar.

Obaluaê y la curación de enfermedades

Los orixá Obaluâe u Omulu pueden hacer que la enfermedad desaparezca, a través de su ayuda espiritual y de la fe en su imagen. Al haber sufrido intensamente la viruela en el pasado, tienen mucha empatía con aquellos que buscan librarse de una enfermedad y muestran la voluntad de vivir y tener salud en lo más profundo de su ser de forma puramente verdadera.

Vicente Galvão Parizi, en "O Livro dos Orixás", ya afirma:

"Obaluaiê es el Orixá que nos aleja de todas las enfermedades. Por enfermedad entendemos el sufrimiento humano en su sentido más amplio: físico, mental, psíquico, emocional. En general, pedimos ayuda a Obaluaiê para las enfermedades físicas, pero es a él a quien debemos recurrir en caso de psicosis, neurosis, ansiedad, depresión, angustia y desesperación.

Puede ayudar no sólo porque es el señor de la medicina -su intercesión puede ayudar a los médicos a descubrir el remedio adecuado-, sino también porque gran parte de las enfermedades tienen un origen espiritual."

Relación entre Obaluaê y otros orixás

Obaluaê es un orixá muy tímido y a veces retraído, pero sabemos que esto se debe a que es una entidad que observa más que actúa, lo que puede dar la impresión de ser antisocial.

Es muy respetado entre los orixás, por ser considerado el dios de la curación y por trabajar directamente con los temas de la muerte y el renacimiento. También es temido, pues es la propia enfermedad y, aunque puede curarlas, puede iniciar una epidemia que diezme a toda una población.

Obaluaê está estrechamente relacionado con Xangô y Exú, y es temido por sus castigos. En sus relatos suele referirse en broma a Xangô como aquel que hace un escándalo al matar a una persona, mientras que él acaba con la vida de miles, de forma totalmente silenciosa.

Creencias y Obaluaê

El orixá Obaluaê es una entidad presente en varias religiones, a través de relatos similares. Existe un gran sincretismo entre esta deidad y las de otras religiones, como el catolicismo y la santería. ¡Compruébelo a continuación!

Obaluaê en candomblé y umbanda

Tanto en el Candomblé como en la Umbanda, Obaluaê es una entidad temida, por tener en sus manos el poder de la curación, cuando se compadece de los pobres enfermos, o el poder de la muerte, para los que merecen el castigo. En estas religiones, los fieles creen que la entidad posee los dones de la curación espiritual, a los que recurren en situaciones de enfermedad.

Obaluaê también es conocido como la entidad de los enfermos pobres. Habiendo pasado un largo período de su vida afectado por los estragos de la viruela, Obaluaê siente una gran empatía por los enfermos que desean vivir, temiendo la muerte.

Es una entidad que rige la tierra y todo lo que nace o muere de ella, estando asociada a la tierra en su estado caliente, representada por la fiebre y el sudor.

Estas religiones creen que Omulu, u Obaluaê, lleva su lanza de madera, lagidibá y Xaxará, como herramientas energéticas de buena voluntad. La ropa de paja no debe quitarse, porque el intenso brillo que posee Obaluaê, adquirido tras el aliento de Iansã, mataría a cualquier ser humano.

Las personas que reciben la entidad, además de tener vestimenta tradicional de paja de la costa, suelen presentarse encorvadas, con rasgos físicos que expresan sufrimiento y dolor.

Obaluaê en la Iglesia Católica

Las religiones afrobrasileñas tienen un gran sincretismo con el santoral católico. El sincretismo no es más que la absorción de una religión por otra, teniendo los mismos preceptos en teoría, pero con nombres diferentes. Se sabe que la Umbanda y el Candomblé tienen múltiples rasgos católicos, ya que, en su origen, hay una raíz de esta religión.

De esta manera, Obaluaê tiene sincretismo con dos santos de la Iglesia Católica, considerando que, aunque Obaluaê sea considerado una entidad, puede tomar la forma de dos en varios momentos.

Obaluaê es considerada la forma más joven de la entidad, y es conocida como el señor de la evolución de los seres, de una vida material a una espiritual, y tiene sincretismo con São Roque, ya que ambos protegen a los enfermos que están en la pobreza. Dentro del catolicismo, São Roque es siempre buscado para la bendición de los cirujanos, ya que es conocido como el santo de las enfermedades, al igual que el orixá.

Omulu, por su parte, se considera la entidad más madura y centrada y tiene sincretismo con San Lázaro, que es aclamado por la protección que ofrece a los leprosos y mendigos. Al igual que Omulu, Lázaro también se enfrentó a una gran enfermedad durante su vida terrenal: la lepra, lo que le ayudó a tener fe y a encontrar una cura.

Obaluaê en la santería

La religión de la santería tiene raíces en los pueblos indígenas de América, en el cristianismo y en el yoruba, teniendo aspectos similares a las religiones africanas y afrobrasileñas. En la santería, Obaluaê es conocido como Babaluaiê.

Dentro de la religión, la imagen de Babaluaiê se asocia a la selva, al camino y a la ausencia de estancamiento, en contraste con el dinamismo, y durante los cultos se observan objetos que cambian de lugar. En este sentido, la imagen se asocia a hierbas con efectos curativos y a la magia de los magos. Cuando se asocia a la tierra y a los ancestros, la entidad puede recibir cultos con honores de la muerte.

En lo que respecta a la maldad y la justicia, Babaluiaê es visto como una figura coja, que tiene en el dolor de su pierna la representación del reflejo de su maldad de antaño, que también fue responsable de ponerlo en el exilio y la justicia. Hay una dicotomía en este sentido: mientras entrega un castigo a los humanos, es considerado el más justo de los orixás, por su juicio certero.

Babaluiaê es la entidad que gobierna el dolor y el sufrimiento. Debido a su pasado con la viruela, es considerado por los fieles como el "dios de la viruela", teniendo dominio sobre la enfermedad y llevando a cabo el castigo con la enfermedad o la bendición a través de la salud.

El culto de Babaluiaê encierra una mezcla de secreto y revelación. Sabemos que el orixá es considerado más reservado que otros y esto implica un ambiente de secreto para el culto. Muchos aspectos no deben ser revelados durante los servicios, ya que podrían agravar una enfermedad establecida. Pero la revelación de ciertos misterios en momentos oportunos es capaz de contribuir a la curación.

En cuanto al tema de la muerte y la resurrección, Babaluiaê es el remedio o el principio de las grandes epidemias. Todo sucede según el comportamiento de los que viven en un lugar gobernado por el orixá, por lo que está muy asociado a la tierra, ya que gobierna todo lo que viene de ella y todo lo que vuelve a ella.

Obaluaê en otras culturas

Obaluaê puede ser conocido como Xapanã dentro de otras religiones afrobrasileñas, como la Babaçue, la Quimbanda y la Encantaria. En este contexto, Xapanã sería un guerrero muy temido, asociado también a la viruela, y quienes se atrevían a desafiarlo salían de las batallas arrastrados por la peste o muertos por ella.

Xapanã es venerado en prácticamente todas las religiones afrobrasileñas y es visto, en todas ellas, como el dios de la curación y la enfermedad, capaz de determinar el estado de bienestar de una persona, según su comportamiento y sus méritos.

En todas estas religiones, la imagen de Xapanã es la clásica vestimenta de paja de la costa, que cubre desde la parte superior de la cabeza hasta los pies. También están presentes las caracolas y las cuentas que contribuyen a la distribución de energía positiva a los enfermos que necesitan curación.

De esta forma, Xapanã desintegra las cargas de energías negativas y favorece una buena recuperación, siendo considerado como el médico espiritual entre los orixás. Sin embargo, la principal enfermedad que trata serían las que afectan a la piel, por haber tenido viruela en el pasado y por saber el sufrimiento que puede suponer para quien la porta.

Cualidades de Obaluaê

Las cualidades de santo son consideradas derivaciones que aportan mayor especificidad a un orixá. Cada cualidad de Obaluaê presenta algunas distinciones en relación a la categorización principal, haciendo que cada derivación sea aún más única, ya sea por el origen, la hermandad, la proximidad a otras entidades o por lo que se alimenta. ¡Véalas todas a continuación!

Afoman

Afoman es una entidad de Obaluaê que viste de amarillo y negro, a diferencia de los colores tradicionales rojo, blanco y negro, y tiene estopa y dos bolsas en su vestimenta. Es cercano a Ogum, Exú, Oxumaré y Oyá y entierra los cuerpos destinados a él en tumbas hechas con Intoto.

Las bolsas se consideran los lugares donde están las enfermedades y tiene dominio sobre todas las plantas trepadoras y su crecimiento.

Agòrò

El agòrò es una cualidad del Obaluaê que se viste sólo de blanco y tiene detalles de paja más grandes (flecos, llamados biokô) en el azé (falda).

Akavan

Por la apariencia de Akavan, cualidad de Obaluaê, su ropa es estampada. Tiene gran proximidad con el orixá Oyá y camina con Iansã.

Ajágùnsí

La cualidad Ajágùnsí, de la orixá Obaluaê, aporta gran proximidad a Ewà, Oxumaré, considerado hermano de Obaluaê, y Nanã, que supuestamente dejó morir a la orixá a la intemperie a causa de sus heridas.

Azoani

Azoani, cualidad de Obaluaê, tiene gran afecto por la ropa que contiene paja roja. De espíritu muy jovial, tiene gran simpatía por Iroko, Oxumaré, Iemanjá, Iansã y Oyá.

Azonsu

También conocido como Ajunsun, Azonsu es un gran amigo de sus amigos Oxumaré, Oxun y Oxalá. A esta cualidad de Obaluaê le gusta vestir todos los colores que son componentes del orixá: rojo, negro y blanco.

También se le considera extrovertido y empuña una lanza. Puede tener un brazalete de metal en la pierna izquierda y adora fervientemente a la tierra.

Jagun Àgbá

No hay mucha diferencia en relación con el orixá Obaluaê y su calidad Jagun Àgbá en cuanto a la vestimenta, pero está más cerca de Oxalufan e Iemanjá.

Jagun Ajòjí

La calidad Jagun Ajòjí no difiere mucho de Obaluaê en cuanto a la vestimenta tradicional, pero tiene mayor afecto por Ogun, Oxaquian. y Exú. Además, también se conoce como Sejí, solamente.

Jagun Arawe

Vinculada a las prendas tradicionales de los orixá Obaluaê, la calidad Jagun Arawe está muy cerca de las entidades Iansã, Oyá y Oxaguian.

Jagun Igbonà

Jagun Igbonà también puede llamarse Topodun. Tiene proximidad directa con Obá, Airá y Oxaguian. También lleva las prendas tradicionales de Obaluaê.

Jagun Itunbé

Conocido también como Ajagun, el Jagun Itunbé de calidad tiene una peculiaridad: es el único de los orixás que come caracoles (Igbin). En cambio, no come judías negras.

También es muy cercano a Oxaguian, Ayrá y Oxalufan. Como es un joven guerrero, empuña su lanza llamada Okó.

Jagun Odé

Conocido como Ipòpò, Jagun Odé tiene afecto por Inlè, Ogun, Logun y Oxaguian. Esta entidad de Obaluaê lleva biokô, una especie de fleco en su azé (falda), así como otras cualidades, como Agòrò.

¿Cómo son los niños de Obaluaê

Los llamados hijos de Obaluaê tienen características muy parecidas al perfil de su padre, el orixá de las enfermedades y de la curación. Como veremos a continuación, el aspecto, el comportamiento y la postura se refieren siempre a lo que es el padre y a cómo se comporta con los demás orixás. Como dice el famoso refrán: "la fruta no cae lejos del árbol" ¡Compruébalo!

Perfeccionistas

La dedicación es el punto fuerte de los niños de Obaluaê, llevando las actividades que desarrollan a un nivel de perfeccionismo. Sin embargo, estos niveles de perfeccionismo pueden llegar a ser insanos y convertirse en una exigencia incesante hacia ellos mismos para ser mejores, aunque ya estén esforzándose en su máximo nivel de dedicación.

Generoso

Al igual que el padre Obaluaê, sus hijos son extremadamente generosos y buscan ayudar a los necesitados de cualquier manera, se entregan al máximo e incluso hacen sacrificios por el bien del prójimo o de sus seres queridos.

Cuando ascienden a una profesión en el área de la salud, se convierten en personas muy queridas por los pacientes, por brindar el máximo cuidado y dedicación a los enfermos.

Dedicado

Los niños de Obaluaê son extremadamente dedicados a lo que se proponen, ejecutando las actividades con maestría. Son personas resistentes y pacientes, porque siempre hacen todo hasta el final y con mucha cautela. Además, nunca renuncian a lo que quieren, aunque les cueste mucho llegar al final.

Los hijos de Obaluaê suelen sentirse muy realizados en las profesiones de la salud, como la Medicina, la Odontología y la Enfermería, en el voluntariado de ayuda humanitaria o incluso en el ámbito científico, para poder aportar alguna contribución a la sociedad.

Son personas que, aunque tienen características poco favorables a la socialización, necesitan grandes círculos de amigos íntimos. La introspección y la timidez ya forman parte de su vida y la existencia de amigos es necesaria para que haya un equilibrio, favoreciendo la comunicación, el desarrollo o el descubrimiento de los sentimientos y el aumento de la productividad.

Así, las amistades también pueden contrarrestar la depresión y el pesimismo característicos de los niños de Obaluaê, evitando las ideaciones suicidas.

Aspecto frágil

El dicho "la fruta no cae lejos del árbol" nunca tuvo tanto sentido, ya que los niños de Obaluaê tienen una apariencia que transmite fragilidad, caracterizada por una mirada distante y la posibilidad de una postura curvada.

Al igual que su padre, son muy observadores y se preocupan por los demás, por su empatía, y tienen ese aspecto que a veces puede ser depresivo, por alguna enfermedad o dolencia, lo que puede implicar un aspecto de tristeza física, que esconde una extrema sensibilidad y una gran inteligencia.

Tímido e introspectivo

Al igual que Obaluaê, sus hijos son tímidos, reservados y necesitan momentos a solas para reflexionar sobre el mundo y sobre sí mismos. A veces, esta timidez puede tener un contenido misterioso y sabio, lo cual es, de hecho, cierto. Los hijos de Obaluaê son estudiosos, grandes pensadores, conocedores de sí mismos y tranquilos.

Por lo general, son personas serias y cerradas, aunque tengan un gran círculo de amigos. Saben ocultar muy bien sus puntos débiles y muestran sólo un poco de su verdadera personalidad al mundo, siendo difícil saber realmente lo que piensa y siente un hijo de Obaluaê.

Son del tipo de personas que guardan silencio muchas veces a la semana, porque así pueden encontrar dentro de sí mismos las respuestas a lo que buscan en el mundo exterior. Son introvertidos y se sumergen en sus lecturas y estudios, lo que también puede llevarles a desarrollar una carrera de éxito en las Humanidades, en profesiones como investigadores, científicos, profesores y escritores.

Debido a que siempre están en introspección y cerrados en relación con el mundo exterior, pueden tener dificultades en las relaciones. Esto es un reflejo de la complejidad que tienen para mostrar algún tipo de sentimiento, porque tienden a guardarse todo para sí mismos. Cuando están enamorados, enamoradas o involucrados con alguien, son extremadamente sinceros y dulces, dando pruebas de fidelidad y devoción en todo momento.

La principal forma de demostración afectiva, aun así, se produce de forma objetiva, ya que siempre intentan resolver los problemas de su pareja y no buscan dar sorpresas, hacer regalos o hacer declaraciones amorosas.

Pesimistas

El pesimismo es una característica que puede asociarse a un sentimiento depresivo sobre uno mismo y su condición actual. Los niños de Obaluaê son inseguros, temerosos e indecisos, no asumen riesgos y tienen tendencias depresivas.

A pesar de ser personas dulces, tranquilas y resistentes, son muy gruñones. Como heredan el genio de su padre Obaluaê, son negativos y se quejan de todo, les gusta mandar y desanimar a los optimistas, contando sus frustraciones y penas. Sin embargo, cuando se enamoran, aman o simplemente tienen un gran afecto por alguien, les gusta complacer y son muy serviciales.

El sentimiento pesimista consume a veces al niño de esta orixá hasta el punto de presentar comportamientos agresivos o de autodesprecio, con ideaciones suicidas y actitudes masoquistas.

Aunque tienen una gran concentración, practicidad, seriedad, calma, ligereza y resistencia, son personas con un temperamento muy matizado, lo que les hace propensos a desarrollar enfermedades.

Cómo relacionarse con Obaluaê

Hay muchas maneras de conectarse con un orisha. A continuación, conozca las principales formas de conquistar la simpatía de Obaluaê y buscar su bendición.

Día y número de Obaluaê

El día de la semana asignado al orixá Obaluaê es el lunes y el 16 de agosto es la fecha anual de conmemoración de la entidad y su número es el 13.

Colores de Obaluaê

Los principales colores que hacen referencia al orixá Obaluaê son el rojo, el negro y el blanco, que utiliza en su ropa y en algunas cualidades.

Símbolos de Obaluaê

El principal símbolo que identifica a Obaluaê es el Sasará, o Xaxará, que es un artefacto hecho de paja y semillas mágicas trenzadas en forma de tubo. Según las historias, se dice que contiene secretos no revelados en su interior.

Hierbas y hojas de Obaluaê

Al ser un orixá directamente vinculado a la medicina, el Obaluaê hace uso de la mayoría de las hierbas y hojas utilizadas en las religiones afrobrasileñas. Las principales hojas asociadas a este orixá son: la hoja de Omulu (canela de perro), la pariparoba, la mamona y el cambará.

Danza Obaluaê

La danza tradicional de Obaluaê se llama Onipajé, en la que se cantan canciones sagradas al son del atabaque y la entidad se mueve de forma ambivalente, a izquierda y derecha, representando la luz y la oscuridad, la curación y la enfermedad, la muerte y la vida.

Traje de Obaluaê

El orixá Obaluaê puede llevar ropas en tonos rojos, negros y blancos, cubiertos por el filá (parte superior) y el azè (parte inferior) de paja. Algunas de sus cualidades utilizan estos mismos colores.

Fiesta de Obaluaê

La fiesta en honor del orixá Obaluaê se llama Obalujé y se celebra anualmente. La comida se sirve en esteras y hojas de ricino. Todos los orixás están presentes, a excepción de Xangô y Oyá, que abren el ritual, limpiando la sala para colocar la estera en la que se colocará la comida.

Este ritual es esencial dentro de cada terreiro, para prolongar la vida y la salud de los participantes que frecuentan el lugar. Para este ritual se preparan al menos 9 manjares, relacionados con las características de los orixás. Además, la hoja de ricino es altamente venenosa y simboliza la superación de la muerte, al servirse la comida sobre ella.

Saludo a Obaluaê

El saludo utilizado al orixá Obaluaê es "Atotô Obaluaê", que significa "silencio para el gran Rey de la Tierra".

Oración a Obaluaê

El orixá Obaluaê tiene su propia oración, que consiste en la siguiente cita:

"¡Salve al Señor, el Rey de la Tierra! Sanador de Umbanda, Señor de la curación de todos los males del cuerpo y del alma. Padre de la riqueza y la dicha. En ti deposito mis dolores y amarguras, pidiendo las bendiciones de la salud, la paz y la prosperidad.

Que Tu Bendición paralice toda y cualquier negatividad que pretenda enfermar mi vida y mi caminar. Padre amado, te pido que siembres en mí las Semillas de la Vida Verdadera, para que me comporte como un hijo de DIOS y comprenda la Presencia Divina en mí y en mis semejantes.

Te pido tu apoyo curativo, mi padre Omolu, cura mis enfermedades espirituales que impiden mi evolución. Tú que eres el ayudante de los espíritus caídos en la oscuridad de la ignorancia, apóyame y guíame con tus fuertes brazos de protector de la vida.

Señor de la tierra, bendice el suelo que piso y sostenme para que camine por senderos rectos y luminosos en la Creación. Sáname de mi egoísmo, vanidad, ignorancia, rencor, de mis penas y tristezas, y ayúdame a tener más compasión, alegría, confianza, fe, amor, tolerancia, paciencia para que pueda vivir en armonía con los que me rodean.

Cubre mi hogar y el de los miembros de la familia con tu manto protector y cura todas las enfermedades materiales y espirituales que los rodean.

Hazme un hijo de buen ánimo y disposición, para triunfar en la lucha por la supervivencia y la evolución espiritual. Hazme digno de merecer cada día tus bendiciones de luz y misericordia. Atotô, Padre mío".

Ofrenda a Obaluaê

Es posible hacer ofrendas a los orixás, para agradecerles, honrarlos o hacerles peticiones. ¡Aprenda cómo honrar y complacer a nuestros queridos Obaluaê a continuación!

¿Cuándo hacerlo?

Siempre que necesites una bendición para tu salud, o la de tu familia, o una cura para alguna enfermedad, haz una ofrenda al orixá Obaluaê, preferentemente el lunes, que es el día de la semana.

Ingredientes

Para hacer la ofrenda a Obaluaê, necesitarás:

1. una cesta mediana de paja o mimbre

2. Granos de palomitas (utilizar la medida de una taza y media de requesón);

Aceite de oliva;

4. una máquina de hacer palomitas u otra sartén que pueda utilizarse para hacerlas;

5. Coco maduro, cortado en rodajas;

6. Miel pura;

7. Vela blanca de 7 días.

Cómo prepararse

Al comienzo de su ofrenda a Obaluaê, primero haga estallar las palomitas de maíz en una sartén grande, o en dos etapas en una sartén pequeña, con dos cucharadas de aceite de oliva, y colóquelas en la cesta de mimbre. Coloque los copos de coco encima de las palomitas, después de que se hayan enfriado, y rocíe todo con miel (4 a 5 cucharadas son suficientes).

A continuación, elige un lugar de tu casa en el que no estés demasiado ocupado para poner la cesta montada y, junto a ella, coloca una vela de 7 días encendida. No olvides pensar en lo que quieres mientras haces la ofrenda y rezar tus oraciones al final.

¡Obaluaê es el orixá de la curación en todos sus aspectos!

Como hemos visto hasta ahora, Obaluaê es un orixá con sus complejidades, siendo aquel al que se refieren la vida y la muerte, la luz y la oscuridad, la enfermedad y la salud. Es una entidad cargada de historia, que se refleja en su comportamiento actual entre los orixás y ante sus hijos y creyentes que piden su bendición.

Obaluaê se ocupa de la curación física y espiritual de aquellos que considera dignos de su ayuda, como resultado de sus buenas acciones y carácter. Sus hijos nunca están desamparados y pueden reproducir las características de su padre, ya sean positivas o negativas.

Temido por todos, Obaluaê es la propia enfermedad y la cura en la misma persona, teniendo una gran empatía, especialmente con los pobres enfermos, pues ya ha experimentado el mal de la viruela.

Ahora que sabes más sobre este orixá, esperamos que puedas relacionarte mejor con él ¡Atotô Obaluaê!

Como experta en el campo de los sueños, la espiritualidad y el esoterismo, me dedico a ayudar a otras personas a encontrar el significado de sus sueños. Los sueños son una herramienta poderosa para comprender nuestra mente subconsciente y pueden ofrecer información valiosa sobre nuestra vida diaria. Mi propio viaje al mundo de los sueños y la espiritualidad comenzó hace más de 20 años, y desde entonces he estudiado mucho en estas áreas. Me apasiona compartir mi conocimiento con otros y ayudarlos a conectarse con su ser espiritual.