Síndrome de abandono: qué es, síntomas, cómo tratar y más

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Jennifer Sherman

¿Qué es el síndrome de abandono?

Conocido como monofobia o autofobia, el miedo al abandono es más común de lo que se puede imaginar. Caracterizado por un intenso miedo a estar solo que, cuando no se controla, puede dar lugar a graves trastornos, esta disfunción afecta significativamente a la vida cotidiana debido a su conexión con la ansiedad.

Así, cuando el individuo se encuentra en una situación que puede llevarle a la soledad, comienza a sentirse ansioso y a sufrir la posibilidad de ser abandonado, por lo que la persona que sufre monofobia puede acabar desarrollando relaciones de dependencia emocional.

A lo largo del artículo se comentarán más detalles sobre el síndrome de abandono, si quieres saber más sobre él, sigue leyendo el artículo.

Síntomas del síndrome de abandono

El síndrome de abandono presenta varios síntomas reconocibles, que permiten a los que sufren la disfunción identificarla y buscar ayuda profesional. Entre estos síntomas se encuentran la angustia, la agresividad, la dificultad para confiar en las personas y el autodesprecio.

A continuación se comentarán más detalles sobre los síntomas del síndrome de abandono, si quieres saber más sobre él, continúa leyendo el artículo.

Angustia y agresividad

Los monofóbicos están constantemente angustiados por el miedo a ser abandonados por sus parejas, lo que hace que empiecen a "sufrir por anticipado" ante esa posibilidad, aunque no tengan nada concreto que apoye su teoría de que serán abandonados.

Todo este proceso suele desencadenar la agresividad de las personas que padecen la disfunción, por lo que empiezan a pensar que deben abandonar a sus parejas antes de ser abandonados para evitar el sufrimiento que, sin duda, les causará estar solos en sus vidas.

Exigencias ilimitadas

Las exigencias ilimitadas son bastante comunes en las personas monofóbicas. Es una forma de establecer el dominio y hacer que la pareja cumpla siempre con sus deseos. Sin embargo, este proceso no es fácil para la persona que sufre el síndrome de abandono porque es algo inconsciente.

De hecho, ni siquiera sabe que está exigiendo demasiado a sus parejas porque no es consciente de la cantidad de afecto y esfuerzo que le exige para permanecer a su lado, por lo que es algo que causa daño a ambas partes de la relación.

No ve los sentimientos del otro

Además de la cuestión de las exigencias, los monofóbicos pueden mostrar desprecio por los sentimientos de los demás. Como no saben lidiar con los suyos y ni siquiera entienden que están pidiendo demasiado a la gente, acaban por no ver lo que este comportamiento provoca en quienes les rodean, por lo que son personas insensibles al sufrimiento que causan.

Pueden acabar convirtiéndose en tiranos si creen que no consiguen lo que deberían. Sin embargo, nunca hablan abiertamente de sus deseos y esperan que quienes les rodean sean capaces de adivinar lo que les haría felices.

No confía en nadie

La desconfianza también puede entenderse como un síntoma del síndrome de abandono. Esto sucede porque como el monofóbico vive bajo la angustia constante de ser abandonado por las personas, no puede establecer confianza porque cree que en cualquier momento será traicionado con el abandono.

Este tipo de creencia tiende a generar un comportamiento paranoico. Las personas que padecen este síndrome creen que los demás siempre intentan engañarlos con sus palabras y pueden acabar considerando todas las actitudes hacia ellos, incluso las más amables, como intentos de engaño.

Exige puntualidad para ser atendido

La puntualidad es algo muy importante para las personas monofóbicas, tanto si hablamos de citas con sus parejas como de situaciones de asistencia, como en las consultas médicas. Tener que esperar a que alguien llegue a algún sitio, especialmente si está solo, es algo que desencadena un sentimiento de ansiedad.

Así, este sentimiento se convierte en la certeza de que su pareja no aparecerá y quedará expuesta a los ojos de las personas que se encuentran en el mismo entorno que alguien que ha sido abandonado. Una situación así puede hacer que el monofóbico se convierta fácilmente en alguien vengativo.

Nunca está satisfecho

Una persona con síndrome de abandono necesita constantemente que su pareja le reafirme su amor. Y aunque esté dispuesta a darle pruebas cada vez más elaboradas de este sentimiento, esto no será suficiente. La monofobia hace que las personas no puedan sentirse satisfechas.

Por lo tanto, una vez que el monofóbico percibe que su pareja cumple con sus exigencias y hace todo lo posible para demostrar su afecto, lo que hará es pedir más y más para tratar de satisfacerse a sí mismo.

Autodesprecio

Las personas que sufren el síndrome de abandono suelen tener problemas de autoestima y no pueden ver sus propias cualidades. Precisamente por eso necesitan tanta validación externa, ya sea de sus parejas o de sus familiares. Además, se vuelven exigentes para disimular su propio autodesprecio.

Como se menosprecian a sí mismos constantemente, los monofóbicos intentan hacerlo con la gente que les rodea para que los demás no se den cuenta de que en realidad no tienen una buena imagen de sí mismos.

Demasiada dependencia

Para una persona que sufre el síndrome de abandono, es fácil que surja la dependencia. Sus relaciones se rigen siempre por esta característica, ya que temen ser abandonados por las personas que aman, precisamente porque las necesitan para sentirse validados, aunque esto nunca se efectúe realmente dada su insatisfacción.

Por eso, los monofóbicos se empeñan en saber todo sobre la vida de sus parejas y se meten en todos los detalles, pero mientras lo hacen, mantienen su vida en secreto.

Explosividad

Las situaciones explosivas son bastante comunes en las personas con monofobia. En general, son el resultado de la desesperación. Cada vez que se sienten más cerca de ser abandonados, adoptan este comportamiento para tratar de disimular su miedo a lo que creen que va a suceder. Además, si alguien trata de consolar al monofóbico, éste puede volverse agresivo.

Estos escenarios aún pueden desencadenar gritos de autodesvalorización, ya que mostrar su temor de forma tan explícita hará que la persona con síndrome de abandono se sienta inferior a los demás por exponer sus necesidades tan abiertamente.

Celos

Los celos son uno de los síntomas del síndrome de abandono y ponen de relieve a los individuos que ven a los demás como personas que existen para satisfacer sus necesidades sociales. Por lo tanto, estas personas no pueden tener momentos junto a los demás. Esto es un movimiento egoísta y desprecia la voluntad de los demás.

Así, en el caso de las relaciones amorosas, aunque los afectados por el síndrome puedan entender que su pareja tiene una vida independiente, ésta queda relegada a un segundo plano ante sus necesidades, ya que el papel de la pareja es únicamente el de satisfacer sus demandas.

Rabia

Ante los celos provocados por la monofobia, las personas que sufren esta disfunción tienden a sentir mucha rabia, por lo que sus relaciones amorosas se basan en una relación de amor-odio con su pareja. Aunque es una persona por la que la persona que sufre el síndrome de abandono tiene sentimientos positivos, al mismo tiempo sienten odio por el miedo a ser dejados de lado.

Cabe destacar que en este proceso de odio a la pareja hay algo de culpa, pero es mínima, lo que prevalece es la necesidad de tener a alguien cerca.

Convulsión

Las personas que sufren el síndrome de abandono se encuentran en un estado de alerta constante. Esto se debe a que no pueden imaginar cuándo serán abandonados y, por lo tanto, siempre se sienten aprensivos al respecto. Como en la mayoría de las situaciones no hay una señal clara de abandono, los monofóbicos se convierten en personas agitadas que están en constante malestar.

Debido a los hechos señalados, su cuerpo puede sufrir cambios. En general, se abre el espacio para que surjan enfermedades imaginarias debido a la sensación de aprensión.

Causas del síndrome de abandono

Es posible detectar las causas del síndrome de abandono a través de algunas causas de registro, que pueden ser debidamente identificadas por un psicólogo o psicoanalista. A partir de esta identificación se puede entender mejor lo que hace que una persona sienta tanto miedo a ser abandonada por los demás.

A continuación, se abordarán algunas causas del síndrome de abandono. Si quieres saber más sobre él, continúa leyendo el artículo.

Traumas

Los traumas pueden considerarse el principal catalizador de la monofobia. En general, están vinculados al período de la infancia, en el que el niño se enfrenta a su primer abandono y, al no tener las herramientas necesarias para procesarlo, acaba por no poder superar la experiencia. Entonces, al intentar reprimir el recuerdo para no sufrir, el efecto negativo se acumula.

Por ello, es muy importante hacer un seguimiento con un psicólogo para poder tratar adecuadamente los traumas.

Ansiedad

La ansiedad es un tema complejo y difícil de tratar. Sin embargo, está directamente relacionada con la monofobia y puede ser una de las principales razones de la aparición de esta disfunción. Generalmente, esto ocurre porque el miedo a ser abandonado puede reproducirse durante un cuadro de ansiedad, independientemente de su forma.

Por lo tanto, la relación entre ambas cosas es bastante ambigua, ya que ambas pueden situarse como causa o consecuencia de la situación. Lo que importa es que hay una tensión que debe resolverse para que la persona deje de tener miedo a estar sola.

Inmadurez emocional

Es común que las personas se sientan desesperadas ante la posibilidad de ser abandonadas cuando su emocional se ve sacudido de alguna manera o incluso no se ha desarrollado del todo. En escenarios donde la pareja se presenta como una especie de consuelo emocional para las otras áreas de la vida, esto puede llegar a ser aún más grave.

Además, en el tema de la inmadurez emocional es importante destacar la dificultad de un diálogo honesto derivado del síndrome de abandono, que puede acabar creando una distancia innecesaria entre las dos personas.

Cómo tratar el síndrome de abandono

El tratamiento para el síndrome de abandono es un ejercicio y debe realizarse con la ayuda de un psicólogo. Consiste en reconocer las propias capacidades positivas. Por lo tanto, el fomento de la confianza es el punto principal de este tratamiento y la mejor manera de conseguir el bienestar psicológico. Por lo tanto, hay varias técnicas que se pueden utilizar.

A continuación, se comentarán más detalles sobre algunos de ellos. Si quieres saber más sobre ellos, sigue leyendo el artículo.

Amor propio

Construir el amor propio es un proceso difícil. Tener una buena imagen de uno mismo, independiente de los juicios de los demás, es un reto al que muchas personas se enfrentan constantemente. Esto crea dudas sobre quién eres realmente y hace que las relaciones sean una especie de muleta.

Por lo tanto, para tratar la monofobia, es necesario cultivar el amor propio. Sólo a través del amor propio el individuo tendrá más confianza para afrontar las situaciones de la vida y no dependerá de nadie más para ser feliz.

Apoyo familiar

Los familiares de una persona que sufre de monofobia juegan un papel fundamental en su tratamiento, ya que tienen que encontrar la manera de animar a la persona a verse a sí misma de una manera diferente y también influir en la percepción que tiene de sí misma para fortalecer su autoestima.

De este modo, podrá dejar de lado los comportamientos destructivos que adopta durante sus crisis y, por lo tanto, hacer un poco más fácil la vida del individuo, que acaba mejorando la vida de la familia en su conjunto.

Hipnoterapia

La hipnoterapia suele ser muy recomendable para tratar los casos de síndrome de abandono, ya que es capaz de promover el fortalecimiento de algunos aspectos positivos y disminuir la fuerza de los negativos, por lo que tiende a hacer que quienes sufren de monofobia sean capaces de controlar un poco más sus impulsos.

Esto sucede ya que la hipnoterapia promueve la idea de que necesitas creer en lo que estás seguro y no sólo en suposiciones. Por lo tanto, necesitas ser más fuerte que las cosas que alimentas en tu mente.

Terapia

Sin duda, la terapia es fundamental para tratar el síndrome de abandono. Existen diferentes opciones de tratamientos psicológicos que pueden ayudar en el sentido de debilitar los esquemas desadaptativos de quienes padecen esta disfunción y fortalecer sus características saludables.

Por lo tanto, una vez identificados los síntomas del síndrome, el primer paso para resolver esta cuestión es acudir a una consulta exhaustiva con un terapeuta, que podrá analizar su historia personal y advertir los desajustes en su comportamiento, para poder tratarlos y aliviar así el síndrome de abandono.

¿Existe una forma de librarse del síndrome de abandono para siempre?

Deshacerse definitivamente del síndrome de abandono no es algo posible, ya que se trata de un proceso psicológico y para el que no existe una medicación o un tratamiento sencillo, por lo que elegir una forma de tratar estos temas, ya sea una terapia o cualquier otra herramienta, es fundamental porque ayudará a mantener los síntomas de la monofobia bajo control.

A partir de este control, la persona que padece la disfunción tendrá controlada su forma de pensar y de percibirse a sí misma, por lo que sabrá controlar sus reacciones y su miedo a ser abandonada. Esto supondrá una importante mejora en su calidad de vida y evitará que se deje llevar por el miedo a estar sola.

Como experta en el campo de los sueños, la espiritualidad y el esoterismo, me dedico a ayudar a otras personas a encontrar el significado de sus sueños. Los sueños son una herramienta poderosa para comprender nuestra mente subconsciente y pueden ofrecer información valiosa sobre nuestra vida diaria. Mi propio viaje al mundo de los sueños y la espiritualidad comenzó hace más de 20 años, y desde entonces he estudiado mucho en estas áreas. Me apasiona compartir mi conocimiento con otros y ayudarlos a conectarse con su ser espiritual.