Terapia cognitivo-conductual: fundamentos, beneficios y más

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Jennifer Sherman

¿Qué es la terapia cognitivo-conductual?

Denominada TCC, la terapia cognitivo-conductual se basa en la psicoterapia y en la combinación de algunos conceptos del conductismo. Los acontecimientos pueden afectar al ser humano, pero la forma de verlos puede provocar malestar, tristeza y negatividad.

No se trata necesariamente de algo que haya sucedido, sino de cómo se ha desmitificado en alguien y se ha molestado. Además, este proceso utiliza su especificación con la claridad y sin rodeos innecesarios. Los trastornos mentales también se pueden procesar y de forma concreta, por lo que se desentrañan los hábitos y se muestra el origen de los impases.

Lea el artículo para entender la terapia cognitiva conductual.

Más información sobre la terapia cognitivo-conductual

La Terapia Cognitivo-Conductual tiene su enfoque, dentro de sus bases y fundamentos. Utilizando técnicas para desentrañar algunos problemas, todo ello puede transformarse en situaciones confortables para la persona. Ayudando en las implicancias personales, se habla de elecciones, pérdidas, relaciones, separaciones, etc.

El duelo también puede ser bien trabajado aquí, combinando el estrés y las dificultades de aprendizaje. En psicología hay muchos enfoques que pueden ser estudiados y este es uno de ellos.

Siga leyendo para saber más sobre la terapia cognitivo-conductual.

Fundamentos de la terapia cognitivo-conductual

En la Terapia Cognitivo-Conductual la base de la misma puede ser explicada emocionalmente. Así, se presentan todos los procesos que han afectado a la persona y los acontecimientos que lo han provocado. Los problemas deben ser transmitidos al profesional para desentrañar todas las demandas perturbadoras.

Se aplicarán algunas pruebas, apuntando a la demostración y sus totalidades. También se evaluarán cuestiones racionales y sentimentales, para demostrar lo que las desencadenó. También se analizarán las frustraciones, los rechazos y los fracasos. A partir de la escritura y el entrenamiento todo puede ser más fácil, colaborando con la ayuda del terapeuta.

Fundamentos de la terapia cognitivo-conductual

Los fundamentos de la Terapia Cognitivo-Conductual son los procesos de los trastornos psicológicos que pueden ser distorsionados y disfuncionales. Al mostrar e influir en la conducta, el profesional debe prestar atención a estos procesos para desentrañarlos. También se trabajan las emociones y se apunta a una mejor percepción de la complejidad.

Hay tres niveles dentro de estos fundamentos y son: los pensamientos automáticos y espontáneos, evidenciados en la vida cotidiana, las creencias que se convierten en suposiciones, hablando de ideales profundos, y las creencias básicas que demuestran estructuras formadas por construcciones absolutas y rígidas.

¿Quién era Aaron Beck?

Neurólogo, Aaron Beck constituyó la Terapia Cognitiva alrededor de los años 60, también trabajaba como psiquiatra y era estadounidense. Al presentar un modelo específico de depresión, transformó y evolucionó el tratamiento de otros procesos de trastornos mentales.

A diferencia del psicoanálisis, que desarrolló Sigmund Freud y que habla del inconsciente, la Terapia Cognitivo-Conductual representa lo que está en el presente. Además, realiza un estímulo con los pacientes y desentraña las situaciones con el objetivo de identificar los pensamientos para superarlos.

Cómo funciona la terapia cognitivo-conductual

En el objetivo de la Terapia Cognitivo-Conductual es posible presentar la funcionalidad y dentro de los sistemas impuestos. Así, los pacientes son evaluados dentro de sus comportamientos y emociones, dando espacio para que el terapeuta comprenda estos sistemas incómodos.

A través de la descripción es posible analizar los patrones establecidos, junto con las percepciones y creencias. También cobra importancia la experiencia vivida, facilitando la consulta. Los sistemas disfuncionales y adaptativos son procesados por el profesional, mostrando alternativas de solución.

Siga leyendo para saber cómo funciona la terapia cognitivo-conductual.

Cambios de significado

Puede haber algunos cambios en los patrones de significados, la Terapia Cognitivo-Conductual se desenvolverá con el tiempo. No hay necesariamente un límite de tiempo que se pueda establecer, la evolución se verá a lo largo de las consultas.

El estado de ánimo, la disposición y las relaciones se están nutriendo y dan indicios de que el proceso de solución está siendo realmente efectivo para un individuo. Es importante prestar atención al hecho de que en la segunda consulta ya se puede reconocer una mejora.

Cambios de comportamiento

Algunos comportamientos pueden cambiar durante las sesiones de Terapia Cognitivo-Conductual y hay estrategias que los profesionales utilizan. Incorporando técnicas que pueden ser variadas, analizan el estado de ánimo y el comportamiento. Como puede variar de una persona a otra, este análisis debe ser cauteloso.

Dependiendo también de las necesidades de cada persona, los mejores resultados se verán con la facilidad y la absorción óptima. Para ello, el cuestionamiento, el registro de los pensamientos, las emociones y las comunicaciones. También se pueden desarrollar las habilidades personales y con los ideales de conversación. Las simulaciones deben analizar los pensamientos actuales y reales, exponiendo todo lo que se puede transformar en relajación.

Identificación de patrones y creencias limitantes

Al identificar patrones en un paciente, el terapeuta puede visualizar algunas creencias que también lo limitan en la Terapia Cognitivo-Conductual. Al presentar técnicas que pueden resolver los problemas, sus comportamientos y emociones influyen en los procesos negativos. Después de identificar estos impases, indicará lo que será mejor y ayudará.

Al dar consecuencias, las situaciones se volverán más asertivas. Al cambiar los pensamientos y dar otras posibilidades en las creencias, el paciente podrá estimularse a través de lo saludable.

Asignación de objetivos

Los objetivos en la Terapia Cognitivo-Conductual serán implementados, así como los procesos adaptativos y disfuncionales. Por lo tanto, depende de cada terapeuta y de cómo dará las posibilidades a sus pacientes. Los pensamientos alternativos darán una nueva formulación, permitiendo la sociabilidad y el ingenio.

El enfoque será importante, porque el paciente podrá reunirse en las sesiones y tener seguridad. La autonomía también se construirá con el tiempo, presentando y dando posibilidades por sí mismo. La reestructuración sólo vendrá con la comodidad que se establezca, dando enfoque y poder al enfoque.

¿Para quién está indicada la terapia cognitivo-conductual?

Aunque la Terapia Cognitivo-Conductual puede utilizarse para todas las personas, tiene algunas indicaciones específicas. Los procesos suelen requerir más atención para los ansiosos, los que tienen problemas de conducta, distorsiones cognitivas y trastornos psíquicos.

Incluso influenciado por la ciencia, este tratamiento demuestra su eficacia. Investigadores de

El University College de Londres llevó a cabo un estudio que se presentó en una revista llamada Current Biology, en el que se indicaba la terapia con un volumen y actividad en el cerebro.

Lea los siguientes temas para comprender las indicaciones de la terapia cognitivo-conductual.

Depresión

La depresión puede ser tratada con la Terapia Cognitivo-Conductual, ayudando también en el tratamiento del trastorno bipolar. El uso de este método puede analizar los problemas, presentando un modelo específico de eficacia y tratamiento, por lo que el enfoque debe persistir en los procesos depresivos y el razonamiento automático.

La presencia activa del paciente es esencial para que tenga una percepción de todas sus acciones.

Trastorno de ansiedad

El trastorno de ansiedad puede controlarse y superarse a través de la terapia cognitivo-conductual, ayudando al paciente a enfrentarse a cuestiones que no están totalmente bajo su control. El sufrimiento por la anticipación puede provocar algunos síntomas incómodos, así como la incapacidad de concentrarse en el presente.

Reconocer es el primer paso para la superación, así como buscar alternativas en los pensamientos para que comiencen a fluir. El sostenimiento necesita ser trabajado y presentado, para encontrar soluciones y métodos que ayuden. La reestructuración sólo llegará a través del crédito asociado y vinculado al proceso cognitivo.

Síndrome de pánico

Las personas que sufren el síndrome de pánico pueden utilizar la terapia cognitivo-conductual como tratamiento, y el resultado puede verse a corto y largo plazo. Dependiendo también de los síntomas del paciente, puede ayudar a combatir lo que es persistente y gradual.

Este problema se constituye a través de algunas interpretaciones distorsionadas de la realidad, dando efectos que pueden ser catastróficos y afectando al físico. Algunas palpitaciones pueden convertirse en mareos, así como en un ataque al corazón, y también pueden producirse infartos, no dando tiempo al tratamiento.

Fobias sociales

Existe un modelo de Terapia Cognitivo-Conductual implementado por Mattia, Heimberg, Juster y Hope desde 1995, que busca presentar algunos resultados de investigación y procesos. Así, el método desarrolla este impasse de la fobia social, dando los procesos alimentados desde la infancia.

La sobreprotección también puede haber hecho palanca en este sentido, necesitando una realidad con pensamientos automáticos.

Trastorno alimentario

La Terapia Cognitivo-Conductual puede ayudar a combatir el trastorno alimentario al ofrecer una intervención estructurada que se utiliza ampliamente y con procesos evolutivos. Algunas experiencias personales pueden haber desarrollado esto, así como algunas cuestiones biológicas y culturales.

Para abordar este trastorno, hay que empezar por diseñar una imagen corporal que incluya tres categorías: la percepción del tamaño, la ansiedad generada por este factor y el comportamiento para evitar la exposición del físico.

Adicciones

Dependiendo de la adicción, que puede ser incluso química, la Terapia Cognitivo-Conductual puede ayudar a estimular algunos ejercicios para recuperarse de este problema. Se pueden utilizar algunas técnicas para combatir este estancamiento, dando cabida al registro de los pensamientos, la exposición a imágenes, las experiencias conductuales y las actividades placenteras.

El primero se basa en el examen de las pruebas para refutar los pensamientos, además de los objetivos enumerados; el segundo habla de la recuperación de una memoria que reproduce las emociones negativas; el tercero retrata un análisis de la autocrítica y el último de las actividades para cambiar la rutina y estimular las tareas saludables.

Trastorno obsesivo compulsivo

El trastorno obsesivo compulsivo puede ser tratado con la Terapia Cognitivo-Conductual, ya que este problema se caracteriza por una compulsión que puede interferir significativamente en la rutina de la persona, por lo que puede afectar a la vida social, familiar, etc. Empezando por unos ejercicios dirigidos a imaginar objetos, evitar situaciones y lugares.

Para evitar algunas respuestas, el paciente debe tratar de mantener neutrales sus temores, así como las molestias y las maniobras que realiza para aliviar y evitar este proceso que lo desgasta.

Trastorno sexual

Con la Terapia Cognitivo-Conductual es posible tratar el trastorno sexual y utilizar técnicas que permitan abordar los problemas que interfieren en esta área. Para ello se requiere un modelo cognitivo específico y algunas habilidades, por lo que es necesario el contacto directo con el terapeuta y sus métodos.

Al ser consciente de las creencias y patrones que probablemente han sido distorsionados, necesita modificar su práctica, así como tener una satisfacción real con la misma. La forma en que se siente puede afectar al organismo, así como el comportamiento sexual que se ha establecido. Durante el tratamiento el paciente puede comprender nuevas formas de actuar, así como el control de sus pensamientos.

Consejos para el éxito de la terapia

Hay algunos consejos para tener éxito con la Terapia Cognitivo-Conductual, pero no tienen ningún secreto. Siguiendo todos los métodos aplicados por el profesional es posible adaptarse bien, además del problema en cuestión. Puede variar de 10 a 20 sesiones, él que indicará lo que será mejor para el individuo.

El acercamiento puede ser corto o largo, pero las prácticas deben ser realmente estimuladas y perfeccionadas. La eficacia se comprobará con el tiempo y puede variar de una persona a otra. Es importante tener una relación mutua con el terapeuta, así como la colaboración para el desarrollo. El vínculo creado puede estimular y mejorar cada vez más, así como la manifestación de los propios sentimientos.

Como experta en el campo de los sueños, la espiritualidad y el esoterismo, me dedico a ayudar a otras personas a encontrar el significado de sus sueños. Los sueños son una herramienta poderosa para comprender nuestra mente subconsciente y pueden ofrecer información valiosa sobre nuestra vida diaria. Mi propio viaje al mundo de los sueños y la espiritualidad comenzó hace más de 20 años, y desde entonces he estudiado mucho en estas áreas. Me apasiona compartir mi conocimiento con otros y ayudarlos a conectarse con su ser espiritual.